La gran preocupacion del Rojo

Independiente respiró con la victoria 3-1 sobre Argentinos Juniors que le permitió por un buen rato sacar la cabeza de abajo del agua: sigue en la zona de descenso a la Primera B Nacional, pero se esperanza con encontrar un rendimiento que le signifique la salvación a largo plazo. Aunque la igualdad sobre la hora de Quilmes ante River le desdibujó un poquito la sonrisa que había manifestado en Avellaneda...

Inmediatamente después del triunfo sobre el equipo de Ricardo Caruso Lombardi, el plantel llevó a cabo los trabajos regenerativos en el estadio Libertadores de América, aunque con una particularidad poco feliz: la idea era hacerlos en el mismísimo campo de juego, pero los insultos por parte de los hinchas hacia algunos protagonistas obligó a Miguel Ángel Brindisi a continuar la rutina bajo techo.




Después de varias prácticas en doble turno y una preparación intensificada desde la asunción del actual entrenador, el "Rojo" disfruta hoy su primer día "franco" en mucho tiempo. La vuelta a los entrenamientos será recién mañana, con la mirada enfocada en la visita a Tigre, que será el domingo desde las 14.10 en la localidad de Victoria.

¿Novedades? Las hay, como siempre. Por empezar, preocupa la salud de Cristian Tula, quien debió abandonar el encuentro de ayer por una fuerte contractura a los 28 minutos del segundo tiempo. "No me lo pierdo ni loco el próximo partido", dijo el hombre más ovacionado por la multitud que fue presenció el cotejo, pero igualmente será sometido a minuciosos estudios para determinar el verdadero alcance de la molestia.

Por otra parte, Federico Mancuello purgó la fecha de suspensión por la expulsión ante Atlético de Rafaela y estaría en condiciones de regresar a la alineación, aunque Leonel Galeano hizo un gol y le dará pelea en la semana. Por último, Juan Caicedo parece haberse ganado un puesto por la buena labor personal, en contraposición a otro flojo desempeño de Ernesto Farías, quien perdió el apoyo de todos los hinchas.